Muy bien redactado y fundamentado, me ha servido de mucho apoyo en el tratamiento de un caso clínico
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Maceración fetal
Es la muerte fetal con retención del feto en útero, a partir del inicio de la gestación, pero más frecuentemente a partir del primer tercio en adelante; existiendo contaminación, presencia de pus y metritis conjuntamente.
Se describe a menudo en vacas, pero se ha dado en todas las especies.
En especies politocas la muerte de embriones y fetos jóvenes termina con su absorción, pudiendo afectar a toda la camada por extensión o solo a algunos, desarrollándose el resto normalmente.
Etiopatogenia : es un proceso de desintegración fetal con participación de gérmenes bacterianos acompañado de endometritis catarral purulenta; a diferencia de la momificación el cérvix se abre, pierde el tapón mucoso (presumiblemente por el intento de aborto, parto o en inseminación de vacas preñadas que muestran celo por los estrógenos placentarios), lo cual permite la contaminación ascendente; se produce igualmente el fenómeno de maceración cuando la causa de muerte del feto es infecciosa bacteriana o virósica , por un proceso infeccioso generalizado en la madre.
Si la causa se presenta al inicio de la gestación, es probable que se produzca la reabsorción total del feto, mostrando la vaca una descarga purulenta leve; la muerte embrionaria puede ser causada por microorganismos que aparecen en el útero como es el caso de Trichomoniasis y Campilobacteriosis.
Después de los 3 meses la maceración puede ser provocada por agentes similares a los que actúan en las infecciones de las heridas, esto origina aborto y/o distocias que ocurren desde la mitad hasta un poco antes del término de la gestación; Le sigue normalmente a la muerte fetal el enfisema y la maceración, el feto no es expulsado por lo que el tracto genital no se dilata, no se contrae normalmente o la postura fetal no era la correcta.
Si hay un cérvix abierto y un feto muerto, a la temperatura corporal los gérmenes provenientes del tracto genital o ya existentes, invaden al feto y las membranas; se produce entonces el enfisema en 24 - 48 hs y la maceración en 3 - 4 días, siendo en muchos casos la distocia una secuela de la muerte fetal porque no es expulsado.
La maceración lleva a la completa esqueletización del feto, las partes blandas se desintegran, quedando solo los huesos dentro del cuerpo, a diferencia de la momificación.
Síntomas: existe prolongación del intervalo entre ciclos, si la muerte ocurrió después de los 20 a 50 días de la concepción, en estos casos de maceración temprana el cérvix puede permanecer cerrado o puede existir descarga purulenta que es confundida con una piómetra o endometritis.
La sintomatología es similar a una piómetra, pero se puede diferenciar por la presencia de huesos fetales si la muerte del feto fue con más de 4 meses de gestación, esto puede palparse, causando crepitación. Debemos realizar un diferencial tomando en consideración:
· La presencia de la vaca con esfuerzos intermitentes en días previos.
· descarga vulvar fétida de coloración gris rojiza
· Temperatura y pulso elevados
· Anorexia, baja de la producción, a veces con diarreas.
En la mayoría de los casos existe un flujo vaginal purulento con olor pútrido penetrante y con restos de tejido a menudo pelo, pezuñas o huesos; con el paso del tiempo tenemos una endometritis crónica séptica y desmejoramiento del estado general de la vaca.
Al realizar una palpación rectal y/o vaginal encontramos:
· Crepitación de huesos dentro del útero
· Engrosamiento de la pared uterina
· Cérvix agrandado, duro y parcialmente dilatado
· Falta de fluctuación del contenido
· Arteria uterina sin frémito
Puede encontrarse un toque general, síntomas de infección con baja de la producción láctea, anorexia y temperaturas altas; esto ocurre sobre todo en vacas con fetos a término en el intento fallido de parir o de abortar, si el animal resiste la infección generalizada o instaurada por dichas causas puede llegar a digerir totalmente los huesos.
El cuadro se agrava cuando hay falta de dilatación cervical e inercia uterina
Cuando existe una maceración fetal que data de tiempo atrás, el animal supera el estado agudo enfisematoso, no realiza esfuerzos y el cérvix está muy contraído; no se presenta la sintomatología general, pero tampoco la vaca entra en celo, puede observarse una secreción mucopurulenta durante varios días hasta semanas o meses, esto se acompaña con una pérdida de peso del animal.
Pronostico: depende del desarrollo fetal y época de muerte del feto.
Puede existir una expulsión espontanea, con curación total, manteniendo intacta la capacidad reproductiva
Generalmente la expulsión de los huesos fetales se detiene por la insuficiente dilatación del cérvix.
Cuando la metritis es crónica puede pasar a una piemia, otras secuelas son procesos perimétricos de adherencias del útero a las paredes abdominales u órganos vecinos, transformándose en abscesos que se abren en la pared abdominal o producen fístulas útero - rectales.
Cuando el cuadro es complicado, la vaca puede superarlo y volver a presentar celo a los 3 o 4 meses, pero el pronóstico reproductivo es reservado.
Diagnóstico: palpación por vagina o rectal de un feto distendido y tumefacto con gases que crepitan, es un feto enfisematoso cuando es un proceso reciente, hay además presencia de flujo vaginal.
A nivel de frigorífico pueden encontrarse en vagina huesos fetales por producto del inicio del parto o expulsión que llego solo hasta la vagina que al estrecharse retiene al feto dándose la maceración.
Puede encontrarse fetos rodeados de pus, con una imbibición serosanguinolenta que les da una tinción pardusca debido a una metritis séptica.
El endometrio presenta graves alteraciones degenerativas, escleróticas y hemorrágicas.
En pequeños se diagnostica por rayos X y palpación, también se observa descarga vulvar.
Diagnóstico diferencial: con piómetra, en la que no se presenta el celo, no hay presencia de huesos; también se hace diferencial con endometritis, que se da con sintamos más leves.
Tratamiento: se realiza con la finalidad de vaciar el útero y provocar las contracciones del mismo, pero con la precaución de que los huesos pueden dañarlo.
Si encontramos un feto enfisematoso (entre 4 - 7 meses de gestación) puede realizarse tracción, comprobando que exista la suficiente dilatación del cuello, para esto pueden utilizarse lubricantes y 50 -100mg de estilbestrol o estradiol cada 2 días durante una semana previa a la extracción.
En la yegua se puede realizar cuidadosamente la dilatación manual del cuello.
Extraído el feto se revisa el útero por si hay otro o si es posible la extracción de las membranas; los cuidados posteriores son los mismos que para una metritis séptica o retenciones de placenta.
Se administra antibiótico o sulfas por vía parenteral junto con una dosificación de estrógenos como apoyo para eliminación de sustancias extrañas que puedan quedar.
Para casos muy difíciles de extracción se hace el tratamiento con antibióticos y estrógenos y a los 4 -5 días se retira el feto macerado más fácilmente.
La cesárea debe utilizarse como último recurso por su peligro de contaminación séptica y consecuencias desfavorables para la vaca.
La evacuación del útero puede ayudarse con prostaglandinas, estrógenos, oxitocina, lavados uterinos, etc. mientras que la extracción de los huesos se puede realizar manualmente por vagina.
Si se hace lavado uterino, se dilata primero el cérvix con estrógenos, y luego se introduce el brazo; este tipo de tratamientos es riesgoso por que los procesos autolíticos afectan mucho a los huesos dejándolos muy filosos, y las drogas al aumentar el tono uterino pueden provocar roturas de útero y perdida de material hacia cavidad peritoneal, con las consiguientes peritonitis (mucho más grave en yegua que en vaca).
En la perra es recomendable luego de la extracción la ovariohisterectomia.
Texto: Javier López