Parto normal en la perra

El parto normal en la perra, es la expulsión sin complicaciones de cachorros sanos al término de la preñez y sin necesidad de asistencia. La gestación puede durar de 59 a 64 días. 

Debemos tener datos previos para poder evaluar si estamos frente a un parto normal o a una distocia.  

Parto: Tiene 3 periodos o fases:

- Fase de preparación: Hay inquietud, le molestan los lugares ruidosos y busca meterse en rincones oscuros y aislados, agarra trapos o toallas para formar nidos. Se puede hacer un cajón de parto mullido con hojas de diario o sábanas viejas. Hay desasosiego, jadeo y expresión de angustia. La perra puede cambiar totalmente su conducta debido al parto, entonces el dueño puede pensar que la perra tiene alguna patología debido a ese cambio en su conducta.

La duración de esta etapa es variable según la raza y el temperamento y puede durar entre 4 y 24 hs, lo cual es importante para no adelantarnos. Si hace mucho que la perra está en esta fase, podemos comprobar la dilatación mediante tacto rectal y ver si es la adecuada. Se puede alargar por ambientes extraños o por animales muy nerviosos. Si la fase de preparación se va a más de un día, los cachorros pueden morir.   

- Fase de dilatación: dura de 4 a 8 hs. No hay contracciones en esta fase (aparecen recién en la fase de expulsión), pero se mantiene la inquietud. Hay un corrimiento vulvar, que es diferencial cuando adquiere un color verde oscuro, porque quiere decir que ya se rompió la placenta. Si la perra ya está en fase de expulsión y no puede parir por ejemplo porque un cachorro quedó trancado, y observamos un corrimiento vulvar verdoso, debemos interpretar que hay distocia fetal y tenemos que intervenir. Normalmente, los cachorros se expulsan con la placenta.          

- Fase de expulsión + secundinación: puede durar hasta 9 hs. En las gatas dura de 3 a 6 hs. Aparecen contracciones vigorosas y dolorosas, rítmicas. Entre expulsión de un feto y otro la perra tiene una fase de reposo, en la que parece como si hubiera terminado de parir. Tiene un cambio de conducta, deja de estar nerviosa, no tiene contracciones, etc. Por lo general la hembra lame la vulva en forma continua anunciando un nuevo cachorro. Cuando las perras tienen muchos cachorros, pueden parir de a pares, entonces viene un perro del cuerno izquierdo y luego otro del derecho; luego entra en fase de reposo y vienen dos perritos más.

Pueden pasar entre 10 y 15 minutos a un poco más de 1 hora entre la salida de un feto y el otro y ser un parto normal. 

Secundinación: la placenta debe salir con el feto. Son raros los casos de retención de placenta. Las perras y gatas normalmente comen la placenta y cortan el cordón umbilical. 

Involución uterina: es particularmente importante en los criaderos conocer el tiempo normal de involución uterina. En cuanto al tamaño uterino, ya es normal a las 4 o 5 semanas. Pero si hablamos de la mucosa endometrial, lleva más tiempo y deben pasar 3 meses.

Al evaluar la involución uterina debemos averiguar si se produjeron anomalías en el parto, que me pueden variar el tiempo de recuperación total del útero. Por ejemplo, si detectamos un corrimiento prolongado en el post- parto, es debido a secuelas de partos contaminados. A pesar de que la perra puede entrar en celo, fracasa la gestación.

Hay dos tipos de contaminación: una es la contaminación natural del parto, y la otra es la contaminación provocada por quien hizo el parto. Si intervenimos en el parto debemos hacer desinfección y depilación (en casos de perras de pelo largo) de la zona perineal. Si no la hacemos, estamos provocando la inoculación de algún patógeno que a la larga puede producir una endometritis crónica.    

Asistencia al parto: 

- Historia y anamnesis: cuando estamos por asistir un parto, es importante conocer la historia clínica del animal y realizar una buena anamnesis. Es necesario averiguar si tuvo partos anteriores y si tuvo dificultades en alguno de ellos. Conocer si tuvo distocia materna o fetal, y que tipo de intervención se le realizó (cesárea o tracción simple). También es importante conocer la fecha de la monta para aproximar la duración de la gestación, y de allí evaluar si los cachorros pueden estar vivos o no y decidir el tipo de intervención.

Tipos de intervención: 

- Tracción manual: no podemos hacerla en casos de tener problemas de pelvis, ni de tumores o cualquier otra cosa que me obstruya el canal de parto. Además de una buena anamnesis debemos hacer una buena palpación vaginal y comprobar si hay problemas en el canal de parto.

Si el canal de parto es normal, pero el problema es que el cachorro es grande, no debemos olvidarnos de comprobar si existe dilatación de la vagina. Generalmente debe haber una dilatación de más de 2 dedos de diámetro para poder realizar un parto por tracción manual. En caso contrario es inútil intentar sacar al feto.

Es importante verificar la presentación del feto. Es muy común en la tracción manual provocar la ablación de alguno de los miembros si tiramos de ellos para extraer. Si los cachorros vienen en presentación anterior, podemos hacer la tracción por los pliegues de la piel del cuello. Si viene en presentación posterior, hacemos la tracción desde los pliegues de la piel del abdomen.

- Fórceps en cabeza: si viene en presentación anterior.  

- Embriotomía: destrucción fetal por trituración. Vamos aplastando al cachorro muerto con las pinzas y luego lo sacamos.

- Cesárea: podemos hacerla cuando tenemos los cachorros vivos pero con un tamaño excesivamente grande, o cuando evaluamos que la dilatación es buena pero el diámetro de la pelvis no es suficiente para la salida de un cachorro de ese tamaño.

Se hace cuando:

- estamos frente a un caso de distocia que no puede o pudo ser resuelto por los otros medios.

- preventiva antes de un parto que no va a ser normal.    

- cuando hay fetos momificados retenidos en el útero por más de 75 días, donde no hay posibilidad de inyectar oxitocina debido a la inercia uterina.   

Generalmente las distocias maternas están relacionadas a la inercia uterina, a problemas de pelvis (pelvis juvenil, cicatriz ósea por fractura de pelvis), a problemas tumorales (tumores de vagina, grandes quistes urinarios y problemas de fecalomas), etc. 

Texto: Gissel Escudero